martes, 24 de diciembre de 2013

llegó navidad


Yo no tengo ganas de saludar, de hacer una postal, de escribirles a todos. No tengo ganas porque no tuve tiempo para aprontar el corazón para la perorata navideña, de subirme al carro (¿o al trineo?) navideño, de pensar en Jesús y en los jazmines, no tuve tiempo para hacer un balance ni una reflexión, llegué acá corriendo, pasé diciembre sin pensar porque no podía hacer planes, porque no sabía si sería hoy, o ayer o mañana que mi abuela finalmente pasaría a otro plano. Aún no sé si pudo hacerlo, y eso no me deja festejar. ¿Cómo se le da un cierre a todo esto que ha pasado? Diciembre de 2013 fue cuidar a mi abuela y acompañarla hacia la muerte, en su casa, como ella quería. Viendo cómo cada día podía hacer algo menos, cómo cada día se alejaba más de nosotros y todo se ponía más duro y complicado, hasta que el viernes vivimos un día terrible, el último. ¿Cómo cierro el año después de eso? Lo claro es que no se cerrará en un día comiendo pan dulce. Pero sé que la vida sigue, los sueños y proyectos siguen, y siempre algo o alguien tiene que morir para que el mundo siga girando y los demás sigamos caminando. Está muy claro. Pero no me sale dibujar un papá noel, no tuvimos tiempo de armar el arbolito, apenas pudimos comprar los regalos, apenas pudimos resolver qué comeremos hoy. Hay que decantar las emociones y las imágenes fuertes que vivimos estas últimas semanas (y aunque haya sido terrible por momentos, no me arrepiento de nada, asistir a un moribundo es muy duro pero hoy somos mucho mejores seres que ayer, y cuando entienda el proceso en el cual mi abuela decidió que quería morirse y finalmente lo hizo, tengo que escribir un libro), dejar que el año termine para entender una etapa que se cierra para que otra florezca, y seguir con más fuerza, con otro entusiasmo, en otro terreno, con otras responsabilidades y sin los domingos cerca del limonero y el jazmín y tus mates. Hay que seguir, sin vos pero con todo lo que nos dejaste, que tiene que ser aire bajo las alas y tierra para los pies, pero no un ancla.

Sé que son cosas muy íntimas, pero sé que son cosas que a todos les han pasado. Y al que no, pues ya le va a pasar. La muerte es. Y es inevitable, y nos va signando la vida, que es dura y que nos duele, pero que al mismo tiempo es hermosa y vale la pena con todo su trabajo y sudor, y con toda sonrisa enorme y los besos y los bebés chiquititos y las carcajadas cuando nos tentamos diciendo pavadas, y la música, la música hermosa, y los abrazos de los amigos que te entregan el corazón, los ojos desbordados de felicidad cuando nos amamos, las manos fuertes que te sostienen siempre que las necesitás.

La vida es dura, es jodidísima, pero por algo los días pasan de a uno. Así que ahora sí, es 24 de diciembre de 2013, llegó la navidad, ya se ha muerto mi abuela, pero vamos a estar en su casa cerca de su jazmín y sus agapantos, estamos acá y estos somos hoy. Mañana veremos, cuando podamos, veremos.

No tengo ganas de saludar por navidad. Espero que sea un día lleno de amor, espero que todos estén bien, pasando la noche con quienes de verdad desean, disfrutando, comiendo cosas ricas, sintiendo la abundancia de la vida, sabiendo el gustito de la felicidad. Hoy es hoy. Que pasen una hermosa nochebuena albergando en sus corazones todas las cosas que agradecen vivir y haber vivido. Ahó metakiase.

6 comentarios:

  1. "La vida es dura, es jodidísima, pero por algo los días pasan de a uno."

    y seguramente cuando pase el tiempo y la herida este un poquito más "cicatrizada", vas a ser mas fuerte de lo que ya sos!

    te mando un abrazo grande linda y que Enero te regale muchas sonrisas y mucho calor!!! :)

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  2. aire bajo las alas y tierra para los pies, me hiciste llorar. De emoción y de belleza.
    Que el año que pronto empieza, empiece nuevo y suave para vos.
    Besos
    Ana

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  3. Hermoso lo que escribiste, me emocioné mucho. Te envío un fuerte abrazo a la distancia!

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  4. bellas palabras y tan certeras!
    te abrazo fuerte!

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  5. hola renata, aunque te conozco sólo por acá, te leo y siento que te quiero! te mando un abrazo

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  6. Es totalmente legítimo y ¡SANÍSIMO! asumir que no hay ganas de festejar. De eso también se trata VIVIR INTENSAMENTE. Vivir plenamente los procesos de duelo es lo que después le abre la puerta a la alegría plena que vendrá después.
    Me llega mucho lo que escribís porque también a mi me tocó despedir éste año a mi abuela del alma. Me encantó lo que escribiste de "aire bajo las alas y tierra bajo los pies pero sin anclas".
    A pesar de la pena se puede tener paz, y eso es lo que deseo para vos!
    Cariños!!!

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Gracias!! Me encanta que pases, y me encanta que comentes!

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