el mar de las cosas que no son mías

Una caja mágica para crear nubes en tu casa. Para soñar nubes en mi casa, para armar sueños de humo en mi cuarto. Una caja mágica que aspire la niebla, el vaporcito de la voz de todas las sirenas cantando desde las rocas de la almohada para que no duerma, para que vaya a la parte más alta y salte, salte sin jop jop, para adentrarme en el mar de las cosas que no son mías. El mar de las voces que cantan, el mar de los niños gigantes, el mar de las novias danzantes, el mar de los sueños no soñados que viven en alguna parte y yo sé, porque los escucho latiendo bajito, queriendo callarse sin morir porque nunca vivieron. El mar de ojos que por siempre se miran. Las nubes de polvo barrido, soplado, arrastrado por el viento, pegoteado en las caras mojadas, para siempre agarrado a ese rincón más rincón, ahí donde se juntan un montón de cosas y no pasa la aspiradora. De donde salen las olas gigantes que rompen bramando en las playas que no están desiertas ni son remotas.