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jueves, 27 de febrero de 2014

breve carta para Aleksey



Ale,

No podrás entender de lo que estoy hablando hasta que a vos te pase. Es algo realmente impresionante, y uno se sorprende cada vez que sucede, porque el sentimiento es tan enorme, tan abarcador de todo, tan excitante, siempre tan nuevo! Cuando te enterás que en el vientre de alquien se está gestando un niño, en tu corazón se empieza también a gestar ese nuevo hijito.
Primero es idea, ¿cómo serás vos? ¿cómo serán tus padres siendo padres? ¿cómo seremos nosotras siendo tías? ¿qué nos pasará a todos cunado llegues? Palabras palabras palabras. Curiosidad, misterio y palabras. Hasta que un día, de repente te diste cuenta y estás esperando un sobrino, un hijo, un niño, un hermoso ser humano chiquititito y lleno de increíbles novedades, los amigos haciéndose padres porque ahí viene el sol, tendremos un bebé en la familia y lo amamos porque es de todos, porque es pequeño, porque nos necesita, porque lo necesitamos, porque simplemente lo amamos, con todo el corazón, con un amor que arrasa con cualquier miedo y duda, parece inmenso y suficiente... ¡ES inmenso y suficiente! Porque se precisan niños para amanecer, porque vendrás con un pan bajo el brazo, porque vendrás, porque vendrás, simplemente vendrás y la vida es vida.

Vos ya estás por nacer y te estamos esperando con ansiedad. Me di cuenta hace un tiempo de lo mucho que te quiero y te espero, de la emoción llena de lagrimitas calientes que me nublan un poco cuando pienso que estas acá, con nosotros, y que en cualquier momento conoceremos tu cara, tus manos, tu olor, tu pelo, tus encías desdentadas, tu pequeña lengüita de bebé cuando llores a grito pelado y tus involuntarias sonrisitas. De la maravilla que implica tu nacimiento, porque es el tuyo y al mismo tiempo es todos los nacimientos. Sos vos y somos todos, vos naciendo y todos los hijos del mundo en vos. Inmersa en este sentimiento, como si me hubiera zambullido en el mar, leí un libro donde alguien hablaba sobre las primeras palabras que los seres debieran recibir al llegar a este mundo y también al irse: te amamos y estamos contigo en este viaje.

Y te amamos, Ale. Desde el día cero. Quiero que sepas que llegaste a este mundo siendo amado, y que sí, estamos contigo en este viaje y en todos los que harás. Nosotros, todos; los que estaremos un tiempo, los que estaremos siempre y los que estarán después. Te amamos. Y no puedo esperar a tenerte entre mis brazos.

Tu tía Reni.

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